Pero todo esto que hemos enunciado se puede ilustrar mucho mejor con un ejemplo. Para ello necesitamos una esfera perfecta. A continuación, deberemos practicar unos agujeros en su superficie. Los agujeros deben ser perforaciones regulares para reproducir el efecto del principio de Pascal de la forma más fiel posible.
A continuación, lo que debemos hacer es llenar la esfera con agua y ejercer una cierta presión sobre dicha agua. Una vez hayamos ejercido esta presión, podremos comprobar cómo el líquido elemento sale despedido por todos y cada uno de los orificios con la misma velocidad y, en consecuencia, con la misma presión. Para que esto sea así hay que hacer hincapié en la regularidad de los orificios practicados.
Una vez sabemos en qué consiste el principio de Pascal, vamos a ver alguna aplicación práctica que podemos encontrar en nuestra vida diaria. Nos estamos refiriendo, por ejemplo, a la prensa hidráulica. Un invento que consiste en dos cilindros de distinta sección comunicados entre sí cuyo interior está lleno de líquido. Dos émbolos grandes se introducen en cada uno de los cilindros anteriormente mencionados. Una vez tenemos este montaje lo que se hace es activar cada uno de los émbolos para que la presión que ejerce uno pase al otro. Esto se hará de forma sucesiva. Como vemos el principio de Pascal es algo realmente interesante que tiene aplicaciones que pueden resultar de lo más prácticas.
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